Maratón beisbolero en II Frente.
Por José Raúl Castillo Argüelles.Foto: Invasor.
Lo más significativo de la jornada de ayer en la copa de beisbol por invitación 50 Aniversario del Levantamiento Armado de Santiago de Cuba fue la prolongada batalla, a lo largo de 20 entradas, que protagonizaron en el estadio Mártires del II Frente los equipos de Holguín y Guantánamo, decidida a la postre por bambinazo de Yeison Pacheco.
El juego se caracterizó por el trabajo hermético de los lanzadores y puso, una vez más, en evidencia las carencias defensivas que han matizado el torneo. Los holguineros conectaron apenas ocho hits, entre ellos el estacazo decisivo de Yeison. Los del Guaso, por su parte, dispararon doce; pero no pudieron hacerlo con oportunidad. Cinco errores asomaron la oreja peluda: tres a la cuenta de los perdedores y los restantes por el bando opuesto. La victoria fue al expediente de Yosvany Caballero y el fracaso lo asimiló Douglas Lafargue. Estos equipos, por supuesto, únicamente pudieron efectuar este dilatado encuentro.
Santiago de Cuba, por su parte, se apuntó par de éxitos frente a Camagüey en el estadio Guillermón Moncada.
A primera hora dominaron por vía de la lechada, 1 carrera por cero. Ambos cuadros batearon ocho hits. Los indómitos fallaron una vez a la defensa y sus adversarios en dos ocasiones. Salió triunfal del box Albert Carrión, aunque requirió el apoyo del diestro Alberto Bicet, que mereció el juego saldado. Cabizbajo abandonó la lomita Arley Hernández.
En el juego de cierre se impusieron con pizarra de 7 carreras por 2. A la ofensiva duplicaron la cifra de hits de sus adversarios, con ocho; mientras que a la defensa la proporción se invirtió: uno los ganadores y dos los perdedores. El crédito se lo adjudicó Angel Puig y el revés correspondió a Ariel Álvarez.
Ahora el estado de los equipos es el siguiente: Holguín 4-1/ Santiago de Cuba 4-2/ Guantánamo 2-3/ Camagüey 3-5 y Granma 2-4.
El programa de hoy reserva los duelos entre Guantánamo y Granma, en Baire y Holguín versus Santiago de Cuba, en el Guillermón Moncada.
Comentarios