Ike en Santiago de Cuba, daños a pesar de la distancia.
Texto y foto: José R. Castillo Argüelles
Para conocimiento de los amigos que en diferentes partes del mundo se interesan por los efectos del huracán Ike en la ciudad de Santiago de Cuba tengo a bien informarles que la influencia del meteoro en nuestra ciudad comprendió fuertes precipitaciones (más de 100 milímetros en 24 horas); pero los vientos no tuvieron gran poder destructivo, aunque afectaron árboles, algunas redes eléctricas y telefónicas.
Las lluvias provocaron, como es natural, algunas inundaciones es la zonas bajas; así como afectaciones totales y parciales en viviendas, pero las acciones previas de evacuación llevadas a feliz término impidieron males mayores.
Se trata, sin embargo, de un panorama menos sobrecogedor que el dejado en otras provincias de la parte nororiental y centro del país que fueron impactadas directamente por el huracán y cuantifican elevadísimas pérdidas.
Este balance que les brindo no tiene carácter oficial, obedece a apreciaciones personales y a lo difundido a través de los medios informativos locales.
Hoy la ciudad recobra su vida normal y el astro rey muestra tímidamente su radiante rostro en el cielo, aunque todavía algunas perturbadoras nubes pueblan la bóveda celeste y se interponen, de modo esporádico, a los añorados rayos solares.
Para conocimiento de los amigos que en diferentes partes del mundo se interesan por los efectos del huracán Ike en la ciudad de Santiago de Cuba tengo a bien informarles que la influencia del meteoro en nuestra ciudad comprendió fuertes precipitaciones (más de 100 milímetros en 24 horas); pero los vientos no tuvieron gran poder destructivo, aunque afectaron árboles, algunas redes eléctricas y telefónicas.
Las lluvias provocaron, como es natural, algunas inundaciones es la zonas bajas; así como afectaciones totales y parciales en viviendas, pero las acciones previas de evacuación llevadas a feliz término impidieron males mayores.
Se trata, sin embargo, de un panorama menos sobrecogedor que el dejado en otras provincias de la parte nororiental y centro del país que fueron impactadas directamente por el huracán y cuantifican elevadísimas pérdidas.
Este balance que les brindo no tiene carácter oficial, obedece a apreciaciones personales y a lo difundido a través de los medios informativos locales.
Hoy la ciudad recobra su vida normal y el astro rey muestra tímidamente su radiante rostro en el cielo, aunque todavía algunas perturbadoras nubes pueblan la bóveda celeste y se interponen, de modo esporádico, a los añorados rayos solares.
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