Colaboración con Infodeportivas

El mítico Orestes Kindelán



El amigo Ernesto Kindelán Monier, apasionado seguidor del beisbol santiaguero, nos hizo llegar una interesante propuesta que gustosamente hacemos pública en Infodeportivas con el fin de promover el análisis colectivo. 

Las ideas que a continuación reproduzco –literalmente- se articulan con una aspiración que gana cada vez más adeptos entre los amantes de nuestro deporte por excelencia, la creación de un Salón de la Fama del beisbol santiaguero.

He aquí el texto:

Ayer estuve comentando con un compañero de trabajo -(igual que yo, natural de Santiago de Cuba y que seguimos al equipo desde La Habana)- la idea de retirar una serie de números del roster de Santiago. Él hizo referencia a Vera, para que se retirara el número 20, yo sin pensarlo dos veces le plantee que no estaba de acuerdo, primeramente porque Vera no se convirtió en una "leyenda", para decirlo de una manera, como lo fue Vinent. Es cierto que los números de Vera son impresionantes, pero le faltó convertirse en la figura indiscutible dentro del team Cuba.

No recuerdo un año en que los especialistas de La Habana dieron a Vera como el mejor lanzador de Cuba. En años anteriores siempre estuvo a la sombra de otros como Contreras e Ibar (ambos desertores), pero cuando los deportistas mencionados anteriormente dejaron de participar en las Series Nacionales el pitcheo cubano no quedó huérfano, todavía teníamos lanzadores y no me equivoco al decir que Vera era el más completo de todos, es una lástima que esos especialistas en temas de beisbol quizás por el viejo problema del regionalismo calificaran a Lazo como el mejor pitcher del país, sin quitarle los méritos al "Rascacielos". Para ser justos, Vera ha sido en los últimos años el lanzador más completo de Cuba, había perdido velocidad, es cierto, pero el mundial de Panamá ganado por Holanda, demostró que un buen pitcher no necesita sobrepasar las 90 millas con su bola rápida, sino que necesita tener repertorio y control sobre sus lanzamientos, Vera, a pesar de los años, mejoraba su repertorio y ponía la bola donde él quería.

En esta última convocatoria del team Cuba se fue injusto al dejar fuera a Vera alegando como escusa su avanzada edad. En la pelota, el área de pitcheo es de las muy poquísimas que se puede dar el lujo de que mientras más veterano sea el jugador mejor será su rendimiento. Eso es válido, según mi criterio en todas las ligas de beisbol del mundo y voy a poner varios ejemplo del beisbol de Estados Unidos: Roger Clement, Bartolo Colón, Pedro Martínez, todos ellos cuando ya pasaban los 35 años de edad tenían temporadas incluso mejores a las que tuvieron en sus 30 años o menos. 

No sé por qué no se demostró científicamente que un lanzador de 40 años no necesita para su preparación la misma cantidad de entrenamiento que requiere un brazo joven de 23, 24 y 25 años. Realmente fue injusta y poco justificada la exclusión de Vera del equipo Cuba, y se pagó caro por ello, porque los malos resultados se debieron en parte a la falta de un pitcher de recursos y experiencia dentro del staff.

Lo que considero negativo por parte de Vera fue su decisión de retirarse. Lo mismo sucedió con Lazo y Urrutia, que cuando se sintieron excluidos decidieron dejar el deporte activo cuando estaban en plenas facultades. Con esa actitud demostraron a la fanaticada que su participación en las SN era por el interés de viajar con el equipo Cuba y no por ayudar al equipo a conseguir la clasificación a la post-temporada y luchar por el campeonato. Vera para Santiago seguía siendo imprescindible, dentro del equipo podía ayudar en la técnica de los jóvenes que se han echado al hombro la responsabilidad de abrir los juegos, tarea que van haciendo muy bien.

He hecho una breve caracterización de Vera, en sus aspectos positivos y en el mal sabor que me dejó su repentina decisión de retirarse. Pero volviendo al tema de los números candidatos a retirar del roster de Santiago, ratifico que los peloteros que merecen que se les haga ese honor son Vinent, Pacheco y Kindelán. Vera, al igual que Ormary Romero y otros imprescindibles en la alineación santiaguera merecen que sus números sean protegidos para determinada posición y sean otorgados a los peloteros que se lo hayan ganado con sus resultados. 

Algo parecido sucede con Nava (8) que no se si fue por azar o se cumplió mi planteamiento, que luce el mismo número que Evenecer Godínez. Así mismo puede hacerse con los jardineros y reconocer a peloteros como Jorge García, Fausto Álvarez, Reutilio Hurtado (para cuando se retire), mención especial se le deber dar a Manuel Benavides, que a sus 44 años volvió a la batalla en el equipo de Matanzas, en el cuadro no se debe olvidar a Pierre y en la receptoría podría reconocerse a Meriño, también entre los lanzadores a  José Luis Alemán. 

La primera vez que fui al estadio Guillermón Moncada de la mano de mi abuelo, que me enseñó cada detalle del beisbol, fue si mal no recuerdo en el año 1991, cuando solo contaba 5 años. Solo conozco a los peloteros que estaban activos en esa época y se poco de otras figuras santiagueras; es por eso que pido a los aficionados y cronistas que peinen canas que me ayuden y hagan memoria para no dejar fuera a un jugador santiaguero que en su tiempo estableció cátedra o se convirtió en leyenda viviente, y no privarlo del eterno reconocimiento que le quiere dejar la fanaticada santiaguera a sus mejores peloteros.   

Cuba, deportes, beisbol