Cuba, monarca de Copa de Naciones.

Por José Raúl Castillo Arguelles.
Foto: José L. Anaya.

Un electrizante final tuvo la Copa de Naciones de boxeo que se disputó en Bakú, la capital de la república centroasiática de Azerbaiyán, al llegar las escuadras de Cuba y Rusia con empate a cinco victorias por bando a la última pelea del certamen, protagonizada por los superpesados Odlanier Solís e Islam Timurziyev.

Correspondió entonces al medallista dorado olímpico decidir el título en favor de Cuba, al propinar RSC en el tercer asalto a su oponente: La pelea fue detenida por los médicos y, tras el desenlace, se desató la celebración en la delegación cubana, que cobró merecido el desquite ante sus victimarios del pasado año.

Dos santiagueros contribuyeron a la obtención del título : el doble monarca olímpico de los pesos gallos Guillermo Rigondeaux, vencedor de Alí Aliyev por RSCH en el tercer asalto y el poseedor del último cetro mundialista en el peso ligero, Yordenis Ugás, quien disertó ante Maksin Ignatyev para llevarse veredicto de 25 -4.

Los otros ganadores por Cuba fueron: los titulares olímpicos, Yan Bartelemí, en 48 kilogramos, al aventajar a Vadim Idigeshov por 20-14 y Yuriolkis Gamboa, que en los 57 kilos dispuso del campeón continental Albert Salimov, por abandono.

Los otros cinco cubanos que subieron al encerado del Palacio de los Deportes llevaron la peor parte sobre el ring: en 51 kilos Andry Laffita cayó 18-28 ante el bronce mundial Georgi Balaksin, quien consumó así una revancha victoriosa frente al cubano, que lo había superado el año pasado; Noelbis Veitía, en la división welter, terminó con desventaja de 15-20 frente al monarca europeo Andrey Balanov, en tanto el mediano Emilio Correa resultó presa fácil para Matbey Korobov, que dominó el combate por 29-9.

También salieron por la puerta estrecha el semipesado Yunier Dorticós, fuera de circulación por herida que obligó a detener las acciones en la pelea contra Artur Beterbiyev y el pesado Osmay Acosta, inferior por 15-24 ante Rahim Chakhkitev.

Tal como se esperaba, la final fue un verdadero choque de trenes entre los más potentes equipos del universo boxístico amateur.


Fuente: www.jit.cu