Santiago de Cuba volvió al trono nacional del softbol varonil
El equipo de Santiago de Cuba cedió siempre ante el campeón defensor, Ciego de Ávila, a lo largo de la etapa preliminar del Campeonato Nacional de Softbol, rama varonil, e incluso en el choque para ganar la clasificación directa a la final; sin embargo conquistó el derecho disputar con los titulares vigentes el partido final por el oro y fue entonces cuando apoyado en una impecable labor de Gusbel Plutín en el box y en una recia ofensiva que incluyó par de cuadrangulares logró imponerse por superioridad en cinco entradas con pizarra de 7 carreras por cero para de esa forma proclamarse monarca nacional de la disciplina.
El conjunto avileño cumplió de manera categórica su avance hasta la final a la que llegó en calidad de invicto con un total de dieciséis triunfos consecutivos, incluyendo cuatro a costa de Santiago de Cuba –únicas derrotas sufridas por el elenco indómito – que tuvo que conseguir el derecho a disputar la corona con Ciego de Ávila en duelo previo con Holguín, nómina a la que doblegaron con pizarra de 8 carreras por 5.
Así las cosas, quedó planteado el quinto y decisivo juego entre los monarcas defensores y el segundo mejor equipo de la competencia, Santiago de Cuba, que obviamente tenía como favoritos a los primeros para llevarse las medallas doradas.
Sin embargo los santiagueros mudaron la historia con un soberbio trabajo de su estelar Gusbel Plutín que dejó en sólo dos jits a la tropa local, ambos acuñados por JuanCarlos Rodríguez.
Ese sólido trabajo monticular ante un conjunto que había deslumbrado con su eficiente ofensiva a lo largo del certamen fue pieza clave en el triunfo de los rojinegros y convirtió a Plutín en héroe indiscutido de la jornada pues entre su desempeño en el juego previo ante Holguín y la actuación posterior ante Ciego de Ávila completó diez entradas y un tercio sin permitir carreras.
Una vez colocadas las ataduras al line up de los campeones defensores el elenco retador supo alzarse ante otro grande del box, Alaín Román, al castigarlo en la segunda entrada con estacazo de Miguel Savigne al que luego sumaron otro bambinazo de Yesander Rodríguez en el tercer episodio y algo más adelante lo sacaron del montículo a consecuencia de doblete del propio Yesander, acompañado de boleto a Edward Laverdeza y cohete impulsor de Reinaldo Lamothe que puso la pizarra 3 carreras por cero.
Alberto Hernández llegó al rescate pero su trabajo tampoco cumplió con las expectativas –había liderado la efectividad en preliminares- y Santiago de Cuba amplió su ventaja hasta colocar en la pizarra el saldo del desenlace prematuro: 7 carreras por cero.
Los indómitos supieron ganar a la hora de la verdad y rubricaron la sorpresa que les permitió regresar al trono nacional de la disciplina, posición que de modo casi alternativo se reparten con su víctimas de esta ocasión, el excelente equipo de Ciego de Ávila.
Comentarios