Tigres desatan pánico en La Habana

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En otra jornada pasada por agua que obligó al comienzo demorado del segundo juego de la Gran Final de la 51 Serie Nacional de beisbol los Tigres de Ciego de Ávila siguieron cuesta arriba en los pronósticos y derrotaron nuevamente a los Leones de la capital en su propia guarida, esta vez con pizarra de 8 carreras por 3.

Este resultado desborda el más optimista de los planes de Roger Machado que ahora viaja con su tropa hacia el José Ramón Cepero con la intención de rematar a la fiera herida para lo cual necesitan ganar dos de los tres juegos señalados para esa instalación. Visto de otra forma se puede advertir mejor su ventajosa posición: serían campeones con sólo ganar dos de los cinco juegos restantes.

La denominada ¨catedral¨ del beisbol cubano se animó desde los inicios al tomar temprana ventaja el equipo local -en la misma primera entrada- por jits consecutivos de Juan Carlos Torriente, Rudy Reyes y Alexander Malleta que les proporcionaron la primera carrera,  frente al abridor Osmar Carrero.

Sin embargo, la alegría fue pasajera porque en la parte alta del tercer capítulo Rusney Castillo botó la pelota con Mario Vega en circulación por indiscutible, todo ante los envíos del iniciador Ian Rendón y los visitantes tomaron la vanguardia para no perderla más a lo largo de todo el encuentro.

Un ramillete letal de cuatro anotaciones consiguieron los Tigres en la parte alta de la quinta entrada al combinar cuatro imparables, un boleto intencional y un error.

 Raúl González abrió con jit por dentro del cuadro, ¨Mayito¨ Vega se sacrificó y llevó al corredor a la intermedia; Rusney fue boleado intencionalmente,  Yorelvis Charles se anotó infield jit y las almohadillas se llenaron. 

En esta situación Vargas le aplicó la alzadora a Rendón y llamó a Adrián Sosa (prefirió esta movida y no hacer caso al clamor de la afición que reclamaba a Armando Romero). Borroto respondió con sencillo a la banda derecha que se articuló con un error del patrullero Yasmani Tomás y cruzaron la goma Rusney y Raúl González.

Las otras dos marcas por tubey de Isaac Martínez ante los envíos del segundo relevista, Pável Pino; batazo que presagió el rumbo definitivo de la porfía y provocó el éxodo de una buena cuota de parciales azules.

No obstante las huestes de casa no se replegaron y lograron anotar dos veces en esa propia entrada: metrallazos de Tabares y Correa unidos un toque de Raiko que ganó categoría de jit, llenaron los ángulos. 

Así las cosas, el abridor Osmar Carrero metió el brazo y consiguió par de outs  pero uno de ellos fue fly de sacrificio de Torriente que sirvió para impulsar una. Luego vino un sencillo de Rudy Reyes a la banda izquierda sobre el que cometió error el patrullero Bordón y se produjo la segunda anotación. 

El inning siguió enredado para los visitantes porque tras la llegada al box del relevista Raicel Poll, Malleta consiguió boleto y las almohadillas se repletaron de nuevo. Roger Machado no lo pensó más y llamó al rescate a Yander Guevara, quien se encargó de cerrar la entrada.

Guevara completó cuatro y un tercio con solamente un imparable permitido y con ese relevo de altos quilates consagró la ventaja ya alcanzada por su equipo que se amplió más con las dos del puntillazo en la parte alta del séptimo.

El próximo viernes se reanudarán las acciones en tierra avileña y la tropa anfitriona dependerá de su estelar Vladimir García para tratar de poner en terapia intensiva a los capitalinos, quienes al decir de su timonel Lázaro Vargas dependerían de Frank Monthiet. 

Esta decisión, sometida al escrutinio colectivo en las horas que restan antes de la voz de play-ball, podría ser revertida en favor de Odrisamer Despaigne, porque un patinazo en ese choque sería poco menos que el epitafio para los Leones.

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